AUGURIOS: llegaron las cigueñas

¡Oh tarde luminosa!
El aire está encantado.
La blanca cigüeña
dormita volando…

Antonio Machado

 

 

El pasado  1 de enero me llamó  mi hijo Ramón  para decirme que ya habían llegado las cigüeñas al nido que tenemos frente a nuestra casa de Cercedilla. Desde que la escultura que nos hizo Maojo se vino abajo por las humedades y algún temporal, el nido está ahora sobre un escueto poste. Basta y sobra para que podamos disfrutar  de “nuestras cigüeñas”, de sus garabatos como le gustaba decir a Machado, y de su crotoreo, desde el porche de la casa, sin tener que mirar al tejado o al campanario. Son “las joyas de la corona” de Los Merachos que mostramos con orgullo a nuestros visitantes. Cela, por ejemplo,  se quedó tan prendado de ellas que no tuvimos más remedio que regalarle un nido, pero su “momento de gloria” internacional, se produjo cuando celebramos en Cercedilla, hace ya no sé cuantos años, una reunión del Club de la Haya, cuyo  logotipo, lo mismo que el de la propia ciudad, es una cigüeña. Mis colegas de las fundaciones europeas se quedaron literalmente pasmados e hicieron mil fotos de aquellas “storks” que  parecían seguir nuestros debates y nos miraban complacidas. Cuando me los vuelvo a encontrar por lo único que me preguntan es por las «storks» de Cercedilla: de los debates ya ni se acuerdan.

Es por estas fechas cuando  comenzamos a estar pendientes de su llegada: lo de «por San Blas la cigüeña verás» (a principios de febrero) es ya sólo historia. Desde hace algunos años suelen volver por la Navidad y no se van hasta principios de julio cuando las crías, si las hay, empiezan ya a volar por su cuenta y dejan el nido. Según estudios del programa Migra, no todas las cigüeñas blancas se trasladan a África, y las nuestras deben de ser de esas que no se van. Mejor para nosotros porque así las tenemos más tiempo cerca.

La llegada de las cigüeñas es un buen augurio. Eso dicen. Seguro que hay otros, malos, que desconocemos… o que no queremos ver. En el fondo, cada quien ve lo que quiere ver. Dicen que hay que ser positivos, que los tiempos están ya bastante complicados para complicarlos aún más con negatividad añadida. Tienen algo de razón, sí, pero peor aún es autoengañarse y ver el cielo azul cuando en realidad está gris. No es fácil mantener el equilibrio necesario, el justo medio, cuando observamos la realidad. De todas formas, para seguir con ilusión y con ganas necesitamos algo a lo que agarrarnos: señales, augurios, deseos… Cuando se acercan  estas fechas miramos a nuestro alrededor, nos miramos a nosotros mismos, constatamos las señales del paso del tiempo, hacemos balance… Mi amigo Carlos Franz, el gran novelista chileno, nos  comenta en su  última crónica que hace doce meses se propuso no hacer más balances, pero que luego “como la memoria es infiel” se encontró, sin quererlo, tratando de hacer uno. Parece irremediable: hacemos cábalas, hacemos buenos propósitos, comprobamos que cada cosa está en su sitio, que los hijos crecen, tienen salud y trabajo, crean su propia familia. Comprobamos que los Reyes Magos existen en nuestra imaginación y, como cada año, traen regalos…  Y que las cigüeñas vuelven porque siempre han estado ahí, en nuestro prado. Esos enormes pájaros, estrafalarios, son una de  nuestras referencias familiares. Si están ahí podemos estar tranquilos. Todo se renueva. Nada nuevo bajo el sol.

Nuestra tradición tiene dichos y refranes para casi todo. Para una cosa y la contraria. Seguro que también hay señales para todo. Yo me quedo con mis cigüeñas, que ya no se van, que cada año son más nuestras. Me quedo con la seguridad que nos dan sus buenos augurios y quiero hacerselos llegar a todos los lectores de este blog, amigas y amigos a los que siento ya tan cerca de mi como las cigüeñas que anidan frente a  nuestra casa de Cercedilla.

 

 

 

 

 

 

 

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9 pensamientos en “AUGURIOS: llegaron las cigueñas

  1. Pero, ¿de dónde vienen las cigüeñas? Del latín, naturalmente –“cicconia”-, aunque el griego Aristóteles las llamaba “pelargos”, un término que, hèlas, solo ha pervivido en la marca de la mejor salsa de tomate de la Acrópolis. Los romanos la pusieron bajo la advocación de la diosa Juno, y la relacionaban con la clemencia y la compasión –nada que ver con el Antiguo Testamento, que la considera un animal impuro-, debido tal vez a que la cigüeña alimenta y cuida a sus progenitores cuando estos llegan a la vejez. Antes que ellos, o a la vez, los celtas la tenían como adversaria del Maligno, pues las cigüeñas exterminan a las culebras que devoran las almas de los muertos. También la relacionaban con la sabiduría, debido tal vez a que durante su descanso adopta una postura serena y relajada, como un filósofo naturalista en meditación. Mi amigo, el escritor José María Mendiola, escribió un relato maravilloso donde soñó con diez mil cigüeñas volando sobre los cielos de San Sebastián. Con datos reales, en 1994, se contaron más de cinco mil sobre los tejados de un pueblo de Cáceres. Por aquello de que siempre hay que volver a los clásicos, reproduzco una fábula de Fedro escrita, sin duda, durante cualquiera de sus largas estancias en Cercedilla.
    Se titula La Zorra y la Cigüeña, y dice así:
    “A nadie se ha de dañar, pero si alguno hiciese daño
    esta fábula advierte que ha de ser castigado con el mismo daño.
    Se cuenta que una zorra invitó en primer lugar a cenara una cigüeña
    y que le puso en un plato sopa líquida que la cigüeña
    hambrienta no pudo probar de ninguna manera.
    Cuando ésta devolvió la invitación a la zorra,
    le puso una una botella llena de alimento batido:
    ella se sacia introduciendo su pico en la botella
    y atormenta así de hambre a su invitada,
    que lame en vano el cuello de la botella,
    Nos enteramos que el ave de paso dijo:
    Cada cual tiene que sufrir
    sus propias malas acciones
    con mucha paciencia.”

    Ahora, ya sabemos, además, de qué se ríen las cigüeñas.

    Feliz año para todos.

  2. Cuando estamos muy muy «positivos», todo lo que vemos a nuestro alrededor nos parecen buenos augurios. Entonces, estamos en Babia, un poco alelados, en las nubes… No está nada mal, de vez en cuando, irnos por los cerros de Úbeda, incluso más allá. Nos abrumamos demasiado con problemas que son pequeños si los comparamos con la grandeza de nuestros sueños. Solo cambiaremos el estado de las cosas con buen ánimo, confianza, sentido común…. Y sueños. El mundo necesita visionarios que tengan un agudo sentido de la realidad.

    Gracias, Antonio, por las cigüeñas que nos das en cada una de tus entradas en este blog…. Creo que a mi pueblo ya no llegan. Se despistaron hacia otros lados.

  3. Antonio, qué bonitos todas tus crónicas pero me ha gustado especialmente el de las cigüeñas. Cada vez me aburren más los artículos, comentarios, tertulias ( bueno éstas no oigo ni una, por salud mental) de gente hueca que habla de lugares comunes de cosas que no han pensado dos veces pero que saben que van a quedar bien diciéndolo. Es como si hablando mal de los políticos, de los catalanes ( me apunto a tu crónica sobre Cataluña), de la corrupción, etc, la gente se estuviera justificando para hacer lo que tanto critican. Me quedo con la gente que te habla de sus cigüeñas o de la novela que le ha emocionado; con la que paga el IVA aunque le cueste; con la que ayuda a las ONG aunque haya algunas que no funcionen; con la que da de alta a las empleadas del hogar en la seguridad social; con la que no tiran papeles a la calle; con la que no hace boicot a los productos catalanes; con la que hace las cosas aunque se equivoque. En definitiva, con la gente que procura ser exigente con lo que ella hace y con lo que hacen los demás; con la gente que disfruta y comparte.
    Y por eso me gustan tus artículos.( sólo un pero que me ha extrañado mucho en ti: no creo que haya ninguna mujer realmente partidaria de la igualdad en este foro que se sienta ofendida por hablar de amigos, en lugar de amigos y amigas).
    un beso gordo y feliz año 2014

    • Gracias Teresa; como sabes bien valoro mucho tus comentarios y sobre todo que sigas mis cosas. Gracias.
      No te gusta lo de «Amigas y amigos». A mi tampoco. Me niego sistematicamente a entrar en esta estupida costumbre sobre todo al comienzo de cartas o documentos.
      Pero se ve que este tipo de cosas, machaconamente repetidas van calando como la lluvia fina y al final quedan ahí, en alguna parte del subconsciente, y cuando menos lo esperas salta la liebre.
      Eso es lo que me ha pasado en esta ocasión Teresa y si tu no me lo hubieses advertido ni siquiera me habría dado cuenta de que había caido en una tontada que me repele.
      Lo siento y quedé claro mi propósito de la enmienda. Si descubrieses que vuelvo a caer en este pecado horteril me pones una penitencia de las gordas.
      Gracias Teresa y no dejes nunca de seguirme y vigilarme

    • Hola Teresa.
      Soy Jorge Ramos.
      ¡Qué alegría!
      Casualmente he encontrado estos artículos y he recordado los buenos tiempos que pasé en San Esteban.
      Añoro muchísimo esos años. Disfruté como jamás lo he hecho posteriormente. Tanto en el ambiente profesional como en el de amistad con todos vosotros: amig@s.
      Mi correo es jjrpalacio@gmail.com.
      Envíame también
      En caso afirmativo recibe un beso y recuerdos para toda tu familia.
      Jorge

  4. Buenas Tardes Antonio:
    Con independencia del «chip» que El Creador haya puesto en las distintas aves migratorias que, por cierto, tienen también que actualizarlo en función de los cambios climáticos motivados por nuestras conductas irracionales, hay que reconocer que, si vuestras cigueñas blancas siguen anidando -año tras año- en Cercedilla, es porque allí reina un microclima familiar y meteorológico, muy pero que muy especial y por ese mismo orden.-
    Como bien dices, es todo un triunfo mantener el necesario equilibrio en los tiempos que corren y evitando además caer en el autoengaño o la autocomplacencia, pero para conseguirlo y mantenerlo (condición sine cuanón para ver nuestra cruda realidad con objetividad), ahi están tus cigueñas, las inigualables excursiones que continuamos haciendo Kike, Felipe y yo por nuestra querida Asturias y que tanto nos reconfortan, espiritual, mental y físicamente hablando.-
    Y para terminar, amigo Antonio, allá te van también unas apresuradas líneas que escribí días antes de Navidad para nuestro grupo de buenos amigos montañeros (entre los cuales tenemos el privilegio de tenerte los veranos).-

    BELEN DE CUMBRES PARA LOS INTEGRANTES DEL “CLUB DE MONTAÑA: GIJON-LA ISLA”
    (Gijón, 15 de Diciembre de 2013)
    Queridos Amigos:
    Luego de tantas ascensiones y travesías como las realizadas este año, a lo largo y ancho de nuestra querida Asturias, ahora toca montar nuestro Belén de Cumbres en la Paz, la Armonía, Y el Amor, en el calor de nuestros respectivos hogares.-
    Si hemos llegado hasta aquí, superando – claro está – las exigentes pruebas de “nuestro sempiterno guía de alta montaña” no ha sido sin duda por casualidad, sino porque nos mantenemos en constante ejercicio físico y mental durante todo el año, haciendo honor a nuestro lema: ¡¡ FOREVER YOUNG !!
    Como ya todos sabréis, nuestro guía ha participado este año en el programa “ Mochilleros de la T.P.A. Asturiana ” en un bello entorno natural (el de Ponga, claro) y con un argumento no menos excitante y real como fue la muy dura y valiente vida de Martin Llamazares o “Martinón de Llué”.- Todos los que en Agosto de 2006 tuvimos el reiterado privilegio de visitar ese recóndito lugar de Los Beyos, pasar allí una noche inolvidable en nuestras respectivas tiendas de campaña, degustando “una cena de alta montaña” con excelentes caldos y hasta botellas de champán enfriadas para la ocasión en el Río de La Canalita, etc. continuaréis guardando “en el disco duro de vuestras memorias”, un recuerdo imperecedero de aquel lugar, de aquella noche, de aquella luna, de las lecturas que hicimos sobre la vida de Martinón de Llué y también, claro está, de “cómo terminaron algunos la prolongada velada, exprimiendo hasta la última gota del buen Rioja que llevaron hasta allí, etc. Etc.
    Creo no exagerar si afirmo que fue esta, una de las excursiones más emotivas, largas y bonitas de las muchas que llevamos realizando juntos, sin olvidar tampoco al Gran Braulio (en estatura intelectual y física, por igual orden), cuando a los postres de la merienda-cena que hicimos en El Bar de la Huera, propiedad de Eduardo, y dirigiéndose a todos los presentes dijo: “Kike, no sé cómo agradecerte esta inolvidable excursión que hemos hecho, pero … dime tú cómo le explico yo a Mela que he estado dos días fuera de casa y me gasté la friolera de € 24,oo por todo concepto”, ¡Magistral amigo Braulio!
    Pero además, os imagináis en qué condiciones (físicas y mentales) estaríamos ahora, habiendo soportado – por quinto año consecutivo – esta grave crisis que nos afecta a todos de no tener el training al que nos somete Kike todos los veranos y, en el caso particular de Felipe del Campo y yo, durante todo el año?
    Y para finalizar, este verso de un buen amigo- Sacerdote Salesiano Argentino – que cada uno puede interpretarlo como le plazca:
    “ ¡Porque he sido rebelde y he desafiado el peligro y escudriñado a tientas
    Las cumbres y el abismo, perdóname Señor y quédate conmigo!”
    ¡¡ MUY FELIZ NAVIDAD A TODOS !!
    P.D.: ¡ EL CABRITIN QUE FALTABA EN NUESTRO BELEN DE CUMBRES !
    Este modesto recuerdo de nuestras andanzas por Asturias tenía que haber terminado de una manera más emotiva y real, de no ser por mi precipitación en escribirlo y enviarlo.-
    El pasado sábado día 14, por estar uno de los integrantes de Forever Young “algo mermado de facultades debido a los ácaros”, nuestro guía organizó una excursión suave por los montes del Sueve que, como tantas otras resultó muy acertada, placentera y bonita.- A una hora escasa de Gijón, estábamos ya en el pueblo de Villar de Arriba, próximo a Cofiño, y desde Pandiellu iniciamos nuestro ascenso hasta el Pico La Mirla, ( segundo en altura luego del Pienzu) con un día espléndido, la niebla todavía cubriendo los valles de Arriondas, Cangas de Onís, etc. pero totalmente despejado hacia la cumbre y la costa.-
    Estando aproximadamente a trescientos metros de la cumbre, nuestro amigo Felipe tuvo que “oxigenar sus pulmones de manera artificial” y luego de hacerlo y sentirse nuevamente en forma exclamó: “ Espero que, si llego a la cumbre, no me denunciéis por dopaje” y con ese buen humor, una mañana espléndida con un sol radiante y sin viento alguno, coronamos La Mirla, viendo desde allí, en El Pienzu, a mucha gente en su cumbre mientras nosotros, estando solos los cuatro, teníamos toda la cumbre y sus espléndidas vistas de Lastres, Las Isla, etc. a nuestra total disposición.-
    Luego de las consabidas fotos, tomarnos “el bocadín”, etc. etc., iniciamos lentamente el descenso para disfrutar al máximo de un día singular; al llegar a una zona con una profunda sima, Kike y Felipe oyeron los berridos de un pequeño animal sin que hubiese por toda la zona ningún otro.- Al observar con atención, detectaron a un cabrito de muy pocos días, berrando sin parar y totalmente solo; sin dudarlo bajaron a por él y la primera reacción del animal (instinto básico de supervivencia, sin duda) fue meterse en una pequeña cueva protegiéndose así, de los posibles agresores.-
    Lo cogieron en brazos y salieron con él a nuestro encuentro, retomando todos el descenso hacia Villar de Arriba donde dejamos el Jeep.- Durante casi todo el trayecto, el cabritín berraba de lo lindo, sin duda alguna el estrés y el hambre, estaban haciendo su efecto.-
    Con semejante pregones, nada más entrar al pueblo ya teníamos frente a nosotros a uno de sus vecinos que, al oírlo y por si teníamos intenciones de traerlo a Gijón, nos dijo que ese cabritu pertenecía a un amigo y vecino suyo.- El amo no estaba en su casa, pero su amigo – haciendo uso del móvil – lo localizó de inmediato y allí se nos presentó.-
    Como había previsto Tomás del Campo, los prolegómenos no fueron fáciles; nada más verlo el amo nos recriminó por no haberlo dejado donde estaba y una larga letanía de quejas; finalmente y viendo nuestra buena fe, nos dio las gracias y se lo llevó a su casa con el compromiso de trasladarlo al día siguiente al mismo sitio donde lo encontramos en su quad, para que lo amamantase la madre que , al parecer, debería estar por la zona, aunque lejos.-
    En resumen: Terminamos nuestra preciosa excursión por el Sueve, y con ella las de todo el año 2013, trayendo también a “Nuestro Belén de Cumbres” un precioso cabritu, que – como buenos pastores – restituimos a su legitimo dueño.-

    • Gracias Tito por asturianizar este blog y llevarlo «Allende Guadarrama» por los picos y los valles de vuestra bendita tierra. A mi me gustaría estar también en ese Belen de Cumbres junto al inolvidable Alberto, el comun amigo que tantas veces nos unió y nos alegró la vida.
      Hacednos por favor un sitio -junto al cabritín no estaríamos mal- no solo en el Belen; también en vustros corazones y en vuestra memoria.
      abrazos fuertes a todos
      antonio el amigo de Alberto

  5. «Ay cigüeña, que por un campanario por Valdepeñas, sueñas»
    María Elena Walsh

    Escuché este tema cantado por Rosa León cuando era niño, muy niño. Mi hermana y yo nos turnábamos para cambiar el vinilo del tocadisco que había en el taller que aún mantenemos en la casa familiar.
    La chimenea encendida, los pijamas puestos, la bata que nos protegía del frío, los fines de semana en los que estaba permitido levantarse tarde, de nuevo la chimenea encendida con su leña, su fuego, su rescoldo, sus cenizas…….
    No. No había cigüeñas en nuestro entorno, ni palmeras, ni oasis. Cercedilla no aparecía en nuestros mapas y si a Mayra y a mí nos llegan a hablar de los Merachos nos sonaría tan raro como por aquellos tiempos Mostacho o Pistacho. Pero amigo Antonio, siento tanta cercanía con tus palabras que llevo un rato buscando mis referencias para los buenos augurios que tu artículo delicadamente describe.
    Los días pasan pero también había momentos malos, regulares y buenos en aquellos tiempos.
    María Elena Walsh escribía “Tanto amor quién me lo quita, tanta dicha quién me roba” y mientras que las cigüeñas disfrutaban de su estación de paso en tu hogar, las golondrinas estaban en Sevilla y las gaviotas en San Fernando.
    Seguro que los buenos augurios llegaron mientras que yo buscaba nuevos buenos augurios. Tus cigüeñas, elegantes y altivas, lo saben bien, desde aquí las veo, observo con alegría como este invierno siguen pausadamente construyendo un nuevo nido.
    Gracias Antonio.

    • Ay Cristóbal, qué cosas tan bonitas dices y queé bien las dices!
      Te agradezco tu comentario y también que hayas traido a Mayra, tu hermana y mi querida nuera a este blog. Aquí estamos ya juntos con las cigüenas de Valdepeñas y de Cercedilla esperando a otros que ya irán llegando.
      Un abrazo
      Antonio

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